martes, 16 de septiembre de 2008

DE MÍ O DE RATONES Y DE HOMBRES


DE MÍ O DE RATONES Y DE HOMBRES

Cuando estés mal, cuando estés sola…



Te recuerdo

con una cabeza anónima

debajo de tus tijeras

cantándome “De mí”.



No pienses que estoy loco…



Los dos estábamos muy locos

y tu mirada estaba en otro lugar demasiadas veces.

Tus ojos ciegos bien abiertos.



En esa época, ¿sabés?,

yo era muy candorosa

y no tenía idea de lo que significaban

esos ojos ciegos.

En mi cabeza de señorita burguesa de clase media

sólo había lugar para el juego de té celeste

(¿para qué un juego de té,

si nunca tomábamos té?)

y las cortinitas de encaje con las que íbamos a proteger

nuestra intimidad

y nuestro eterno

“fueron felices y comieron perdices”.

Todavía no había leído a Robert Burns

y no tenía idea

de que los mejores planes de ratones y hombres

a menudo se frustran.



Me gustaría saber

cuáles son los planes de los ratones.

Imagino que no incluyen

juegos de té celestes

y cortinitas de encaje,

pero no sé.

Últimamente no sé nada.



Pasaron muchos años, demasiados,

y todavía sigo enojada con vos.

Enojada con tus ojos ciegos

y con esa ocurrencia espantosa que tuviste:

morirte.

Me enojé también

con todos los hombres que vinieron después

(con algunos

porque hicieron exactamente lo contrario

a lo que hiciste vos:

no se murieron)

pero se me pasó,

como se me pasa todo.



Como se me pasa todo, menos vos.



¿Sabés?

Durante toda mi vida

anduve

buscando direcciones en libros para cocinar.

Y nunca las encontré.

Ahora tengo cuarenta

(vos no, vos seguís con tus eternos veintidós)

y pienso que me equivoqué en todo lo que hice.

Amé a las personas equivocadas,

creí en las personas equivocadas,

lastimé a las personas equivocadas.

Y estoy mal, y estoy sola,

y nadie me canta “De mí”.



Te recuerdo también,

en la estación de micros de San Bernardo,

cantándome el “Rap de las hormigas”. 

Estoy en el medio de la selva ,

esto no lo aguanto más.



Yo tampoco lo aguanto más.



Quién sabe.

Quizás volvamos a vernos

mucho antes

de lo que yo pensaba.





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