miércoles, 23 de abril de 2008

DREAMCATCHER


DREAMCATCHER



Me dijiste que te acordarías de mí

cuando vieras un Atrapasueños.

Deberías corregir el recuerdo

si todavía está vivo.

Deberías corregirlo

aunque esté muerto.

Mi carne no puede detener las pesadillas.

La trama del músculo no interrumpe

el aullido de las estrellas.

En mí la noche se pudre.

Es un crematorio con horario completo.

La angustia de no estar.

Y el eco de la pala que retumba.



Hace rato que no pensaba en mí

como en un Atrapasueños.

Quizás la magia funciona al revés.

Deja pasar los sueños educados

y me obliga a los otros.

Eso es lo que él dice.



Él.

El otro.

Los dos me tienen miedo.

Escucho sus palabras.

Tan idénticos,

en el alma, en el cuerpo

-si no fuera porque el tiempo

cava su propia fosa-.

A veces me comprendo

una extraña entre ustedes.

A veces me escondo

debajo de la mesa

y le miro los pies.

Qué huellas diferentes a las mías.

Qué animal distinto.

Tampoco tus huellas encajaban.

Debe ser que mis pasos están equivocados.

No sé.



Creo que ya me cansé de soñar.

Creo que los comedores de sueños

me están debiendo algo.

No te acuerdes de mí

como la que detiene

el musgo que nutre los rituales.

Mi trama es defectuosa.

Ya lo sabías.




Qué animales distintos.

Todos ustedes.



Arte: "Dreamcatcher", Olie Cannoli-Griffard


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