AMANECER CON
LLUVIA
Me despertó la lluvia.
La lluvia me enferma, te lo dije.
Esto no es la campiña inglesa,
esto es la ciudad
y los perros no dejan de crecer en las
aceras,
sus hocicos se mojan y me duelen,
y los platos de los pobres
se inundan en sus cárceles de chapa.
Me despertó la lluvia
y no había ni café ni cigarrillos,
ni siquiera un pájaro haciendo equilibrio
en la punta de mi seno izquierdo,
Me vestí a los tumbos,
me calcé esta realidad que me envenena,
me encontré con la sorpresa de mis huesos
todavía secos.
Deambulé por la casa desordenando el
orden
que amuebla el cristal de mi memoria.
Mordisqueé esa canción que me juraste
y la arrojé al cubo de basura.
La lluvia me enferma, te lo dije.
Cuando llegue el sol
hinchado y dulce,
será
un fruto a destiempo.
Te imagino sonriendo ante mi pena.
No puedo olvidarme de tus ojos.
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