ABUELA
Vagabas con la Lola por los puertos
a la sombra de algún perro asturiano
y el viento costero levantaba
la falda corta de tu pobreza.
Los domingos la Doña te esperaba
majestuosa en la ermita:
“¡Virgen de Covadonga, Madre Santa,
que ahuyentaste a los moros,
ahuyenta a las penitas de jengibre
que acosan a la niña!”.
Vagabas con la Lola por los puertos
a la sombra de algún perro asturiano
y el viento costero levantaba
la falda corta de tu pobreza.
Los domingos la Doña te esperaba
majestuosa en la ermita:
“¡Virgen de Covadonga, Madre Santa,
que ahuyentaste a los moros,
ahuyenta a las penitas de jengibre
que acosan a la niña!”.
Huyendo del absurdo de la guerra
guardaste el aroma del marisco
cociéndose despacio
en la dulce vasija del verano,
el tácito sollozo del congrio prisionero
en una red perversa,
el módico vestido, la camisa raída
y los zapatos de tacón ajados
en una valijita desgarbada,
primer signo visible del destierro.
Más acá, en el exilio,
la vida transcurrió sin sobresaltos:
un número nostálgico de días
gastados con decoro,
el corazón de espalda a los trigales,
los ojos siempre vueltos hacia España.
Arte: Javier Termenón
3º Premio Poesía –
“Concurso Los Abuelos” – Centro Cultural Cristina De Fercey, Mar
del Plata, Bs. As. (2006)
3º Premio Poesía VIII
Concurso Literario “Nuestras Raíces”, Asociación Española de Socorros
Mutuos, Coronel Dorrego, Bs. As. (2007)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario