DAMAGE
Aquí estoy.
Repudiando tu aullido de lobo.
Anhelando tu aullido de lobo.
Con un dedo reverente
dibujé mil veces
la ferocidad de tu sexo de macho.
Yo era la vagina perfecta,
hábil con mi cuerpo de gacela
disuelto en el centro del fuego.
Con el primer movimiento del llanto
se quebraron mis huesitos tristes
(hubo un concierto para piano y miseria
y ningún director de orquesta
me enseño que el dolor no cabe en un pañuelo).
¡Ah, mi pequeño asesino!
¡Qué poco te costó matarme
con un disparo de semen ausente!
Aquí estoy.
Una hembra en desuso.
Y un factor constante:
la herida.
Arte: "Damage", Mario Samchez Nevado
Del poemario "Todos los hombres que me amaron" (2012)
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