SOBRE “SISTER POETRY”
Se ha dicho que un buen poema
tiene el don de convertir al mundo en un lugar menos hostil, más habitable.
Cada uno de los textos que conforman "Sister Poetry", de Vladimir
Jantus Castelli, cumple sobradamente con esta premisa. Los poemas de este
magnífico libro salen al ruedo haciendo gala de su poder transformador. Ni el
mundo es el mismo después de abrazarlos ni el lector es el mismo después de
leerlos, de abordarlos con el intelecto y con el cuerpo, de recorrerlos en su
sensibilidad y su asombro, de concebirlos como propios. Universal e íntima, la
palabra de Vladimir nos contiene y nos interpela.
La vida y la muerte, la desazón y la
esperanza, atraviesan este poemario. Más allá de las inclemencias del día a día,
del devenir cotidiano tantas veces adverso, el poeta escribe como un acto de
fe. Fe en la palabra como ángel redentor, como vehículo del milagro. Sabe,
quizás inconscientemente, que cada vocablo es un talismán, una gema de efecto apotropaico que nos pone a salvo de la desidia y de la indiferencia. Porque
escribir un poema es un acto político, un profundo compromiso para pensar el
mundo más allá de lo arbitrario y lo mutilado. Y el compromiso de Vladimir,
extendido a cada faceta de su vida, hace de “Sister Poetry”, con sus breves
textos cargados de significado, un vehículo claro de protesta contra una
realidad cada vez más deshumanizada.
“Todo puede arder” nos dice Vladimir. “Sister Poetry” arde pero no se
consume. Se reinventa en la mímica del fuego. Para decirnos que sí, que es
posible que un buen poema cambie al mundo y nos cambie. Para decirnos que sí,
que vale la pena seguir apostando a la palabra.
Raquel G. Fernández
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