DESEDUCADA
Recuerdo
que hace algunos años
yo
tenía
la piel
deseducada.
Entraba
a un cuarto de hotel
como
quien entra
a la
mortal belleza de un incendio.
Me
soltaba el cuerpo.
Me
arrancaba la humanidad,
la
piedad, la conciencia.
Y era
un animal, un bello animal dorado
lamiéndote
las manos.
Tenía
sed, tenía hambre,
tenía un
aguijón de pájaros feroces
atravesado
en la garganta.
Una
inquietud de polen escaldando
la seda
de las medias
(y la
ilusión del semen volando de flor en flor,
y yo,
todas las flores,
y vos,
el tiempo de dividir la carne,
de
fragmentarla
en un
eco de abejas azoradas).
Yo era
un animal, sí.
Era una
flor.
Era un
violín, una copa, una camisa:
era un
objeto puro.
Recuerdo que hace algunos años
después
de amarte,
cerraba
la puerta de ese cuarto
como
quien cierra un libro
(una
novela de D. H. Lawrence que nos dejó
luciérnagas en la boca).
Sabiéndome
poema.
Todavía
llevaba el cuerpo suelto.
E
imaginaba nidos.
Arte: Sarah Bishop
1º Premio Concurso de Poesía y Narrativa Juveniles y Adultos 2015 “Adelvina María García", SADE Filial, Junín, Bs.As (2016)
1º Premio Concurso de Poesía y Narrativa Juveniles y Adultos 2015 “Adelvina María García", SADE Filial, Junín, Bs.As (2016)
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