VERANO DEL ‘76
A Daniel
Vos armabas canastitas con abrojos
Vos armabas canastitas con abrojos
y yo tenía
una coronita de flores en el pelo
(“Soy una princesa, ¿ves?
Y a las princesas no les pasa nada malo.
Nunca.”)
Hacía
calor y esperábamos
que alguien
nos rescatara de ese jardín ajeno.
Queríamos
volver a casa y ver la Pantera Rosa.
Queríamos
volver a casa,
a papá y
mamá enormes y definitivos,
mamá con
un gorrión en la garganta,
papá con
el corazón entero
(nada de “Jorge no puede respirar”,
nada de “Jorge se muere”,
a las
princesas no les pasan esas cosas).
Vos me
creías cuando yo te decía
que todo estaba bien,
que los
médicos curaban. Siempre.
(Me
creías cuando te decía que los caracoles se casaban,
que si girábamos
en el patio hasta marearnos
cantando “El sol sale para todos”
la lluvia
se iba,
que la
mamá de Bambi estaba sana y salva en
una casita de Mar del Plata:
“Yo la vi, te juro que yo la vi, lo de la película
fue todo mentira”).
Vos
armabas canastitas con abrojos
y yo tenía
una coronita de flores en el pelo.
El verano
se prometía lindo.
Queríamos
volver a casa.
Y
volvimos.
Volvimos
para besar a un
señor frío y blanco
que era
papá
pero no
era.
para aprender a ser huérfanos.
1º Premio Poesía Concurso Nacional de Poesías y Narrativas “Pensamientos Contados”, Círculo Hernandense de Escritores y Dirección Municipal de Cultura, Hernando, Córdoba (2014)
Poema publicado en la revista "LAK-BERNA" Nº 5
Poema publicado en el e-book Raquel Fernández - Selección de Poemas , Biblioteca de las Grandes Naciones
Poema publicado en la revista "LAK-BERNA" Nº 5
Poema publicado en el e-book Raquel Fernández - Selección de Poemas , Biblioteca de las Grandes Naciones
Raquelamiga
ResponderBorrar¡Hola!
¡Qué poema más lindo! Su final es preciso como todo ello. Ya te lo dice: eres una poetisa magnifica. Tengo que transcríbelo aquí: “Volvimos para aprender a ser huérfanos”. Solamente una mujer cojonuda podría escribirlo, solo una mujer como tú. ¡Enhorabuena!
Qjs
Henrique (con H…)
Recuerdos de infancia que jamás se borrarán. Un abrazo, Henrique!
BorrarDe nuevo, Ra!!! Imposible terminar de leerlo sin llorar... Tan hermoso, perfecto, y... real.
ResponderBorrarUn abrazo
Gracias, Nori! Recuerdo esos días con tanta nitidez... y ya pasaron casi cuarenta años. Hay ausencias que nunca se superan. Un abrazo.
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