MANDALA
I
La desnudez del aire
y los cuerpos
como estrellas binarias.
Imposible prolongarse en
el otro:
nos circundamos,
nos acordonamos,
pero estamos solos
(el sudor es frontera).
II
Un volcán
se estaciona en mi pulso.
Oigo
como nace una rosa.
Soy una extraña criatura
doméstica.
La que no cesa de arder
y promete
su poema como huella.
III
Hubo un andamio
entre soles,
el saludo del fuego
a todos sus hijos
vagabundos,
la mordedura del verano
sacudiendo las redes.
Las abejas volvieron
espolvoreadas de viento.
Se calzaron
el zapato de cristal del
mediodía.
Te toqué.
Desde entonces la
pólvora.
IV
Ángeles
pulsando
en las aristas de la
sangre.
Pupilas que se rompen.
Grietas tibias
en la arcilla de los párpados.
Un cuerpo
que se deshace en la
noche.
El traje del hombre amado
recostado en la lluvia.
La barca sosegada me
transita.
Me desperté
con todo el mar en las
venas.
V
Orbita
el cuerpo celeste.
Entonces la carne se
circula.
Es un nudo de luz.
Hombre y mujer rodando.
Intemperie
donde caen los sentidos
mientras la luz apura
su vaso de constelaciones.
Arte: "Birds of Paradise", Yolanda Pérez Villanueva
Mención del Jurado XV Certamen Literario Nacional de Poesía “Graciela Kraft”, SADE Filial Sáenz Peña, Sáenz Peña, Chaco (2011)
2º Mención Poesía 1º Certamen Literario Biblioteca Popular Renacer, Arroyo Dulce, Bs. As. (2011)
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