NOCHE
En el
hogar de las piedras atentas
la
noche abre
las impalpables puertas del enigma.
Los
rubios esqueletos
de los
hacedores de estatuas
aguzan
sus oídos
para
percibir aquello que callan
las
voces celestes de los vientos.
Hay en
la desierta ensenada
un
aroma vehemente de atunes
y sudor
masculino;
en el
cielo insular las estrellas
reverencian
la liturgia de las sombras.
El amor
estalla
en el íntimo aislamiento
del triángulo perfecto
con la
púrpura violencia de los brotes
que
quiebran con vocación milagrera
la
verde monotonía del volcán dormido.
El amor
se agita,
se
derrama y se apaga.
Después,
sólo
queda el silencio.
Arte: "Milky Way over Rano Raraku", Manel Soria
Del poemario "Ojos que miran al cielo", Ediciones Amaru, 2007
Del poemario "Ojos que miran al cielo", Ediciones Amaru, 2007
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