domingo, 29 de abril de 2012
miércoles, 25 de abril de 2012
ES EL AMOR
ES EL AMOR
Se parece al amor.
O es el amor, no sé.
Yo compré esa mentira efervescente
de las piernas abiertas veinticuatro horas al día
(el hocico del sol entre las piernas,
su voluntad de animal desencajado
hilando la ternura).
Yo juré frente al espejo
que era la mujer inevitable
porque escribía poemas.
La mujer indeleble,
sin marcas delatando mi humanidad perezosa,
mi cerebro mil veces apuntado
por un dedo o un grito,
mis lámparas de arena
(la verdad sea dicha,
soy una mujer lavable,
como cualquiera,
una acuarela que ni siquiera es demasiado vistosa).
Se parece al amor.
O a lo que yo pretendí que era el amor.
Pero es distinto.
Porque en lugar de desvestirme
en lentísimos puertos,
en flemáticos andenes
(un poco loca, un poco inglesa, un poco tuya)
aprendí a tenderte la mano
en flemáticos andenes
(un poco loca, un poco inglesa, un poco tuya)
aprendí a tenderte la mano
cuando el suelo desaparece
y tu piel es abismo.
Es el amor.
No hay duda.
domingo, 22 de abril de 2012
domingo, 15 de abril de 2012
JUEVES DE CENIZA
JUEVES DE CENIZA
A Patricia
La muerta,
la muertita,
tenía una brújula de sal entre los labios.
El norte de la tierra
severa.
La promesa de arcilla
fría.
La muerta,
la muertita,
tan verde
como la clorofila sin
objeto
de un trébol amputado,
tan sola
en la trinchera de los
dientes.
Le lavaron los pies en
silencio
(para que no la rasparan
las palabras).
Le midieron el sudor y el
asco
(le olfatearon la
ausencia).
La cubrieron de flores,
de polvo,
de insectos ambiciosos
(no más sangre para ella,
pobrecita,
no más corazón bombeando
peces rojos
no más promesas rojas a la
altura del pubis).
La muerta,
la muertita,
se durmió en sus laureles.
Muchos años después,
un Jueves de Ceniza,
yo me acordé de ella.
Me acordé de lo linda que
era
cuando se reía.
Arte: "Rose", Mark Ryden
Del poemario "La antigua enfermedad del otoño", Ediciones de la Iguana, 2011
1º Premio Poesía “1º Certamen de Poesía y Narrativa Breve Ediciones La Iguana”, Ediciones La Iguana, Témperley, Bs.
As. (2011)
2º Premio 15º Certamen Nacional e Internacional de Poesía “Antonio Nelson
Romera”, EDEA, Avellaneda, Bs. As. (2011)
Poema publicado en el blog "Estación Quilmes" - Revista de Poesía
Poema publicado en el blog "Mis poetas contemporáneos 2"Poema publicado en el blog "Estación Quilmes" - Revista de Poesía
domingo, 8 de abril de 2012
miércoles, 4 de abril de 2012
"HERMANO"
3 de abril de 2012
Hermano. Raquel Fernández
Raquel
Fernández nació en 1967, en Avellaneda, Pcia. de Bs. As. Es poeta y Profesora
de Nivel Inicial. Por su labor poética obtuvo 29 primeros premios nacionales, a
los que se le suman reconocimientos en España y E.E.UU. Es autora de dos
poemarios, “Revelaciones” y “Ojos que miran al cielo”. Ha publicado en
antologías, diarios, revistas y sitios web. Es convocada a participar como
jurado en concursos literarios. Durante tres años coordinó un Taller Literario
gratuito para adultos mayores y condujo un programa radial, “En mi vida”, en una FM local.
Este libro no es un libro más para Raquel, si bien cada libro se
gesta desde la profundidad de nuestro ser para que el poema crezca libre
y diga lo que tiene que decir; este libro nace de la hondura misma del
dolor.
Al acercarnos a la poesía cruda y desnuda de
Raquel en este “Hermano”, se presiente, se vislumbra, un abrir de
puertas donde la autora no deja de ejercer este oficio de Poeta al que
fue llamada desde el otro lado de la tierra, donde nace la esperanza.
Claudia Vázquez
Hermano
KATA TON DAIMONA EAYTOY
“Y si dijera que realmente te amaba…
(…) Quizás te reirías y dirías que vivíamos
en mundos diferentes…”
Paul McCartney, “Here Today”
Sin prefacios llegará la primavera.
Como si tu ausencia fuera nada.
Rodarán días para desperdiciar el alma,
para negar la luz,
para saber que la piel es poco más
que un pájaro de escombros.
Girarán días blancos, días negros,
días disputándose tu nombre.
Las piezas de un ajedrez idiota.
Y yo evocando.
Yo remirándote el corazón errado,
el cuerpo repartido sobre baldosas blancas.
Yo ensanchando las manos
para alcanzar la tierra que te asfixia.
Yo poniéndote un trueno entre los labios.
Sin hablar de risibles amapolas.
Aceptando el pan ácimo del pésame.
Aceptando tu danza con la muerte,
tu decisión de ser la isla,
el lobo solitario.
Esto es la vida.
Una nadería. Un plato de viento.
Ahora todos los platos están rotos.
Hay que afilar el grito,
hay que llenarse de polvo la faringe
y ahogarse
con un gato de niebla en la garganta.
Hay que cazar las bestias que soltaste
porque dolían tanto.
* - * - * - * - * - * - * - * -
Pesadilla
“Al final, da un paso a la luz.
Bajo el sombrero estropeado, es todo lo que me temía.”
Brian Hodge
Ahora quiero preguntarte por qué.
Por qué la Muerte jamás viene sola.
Porque no se basta a sí misma.
No se remite a un sobrio colorín colorado.
No pretendo perdices, está claro.
Pero por lo menos un final decente.
Un final que desclave de sus goznes
la carne desprovista
y apure el mutis por el foro
de todos los actores de reparto.
Nosotros.
Ahora quiero preguntarte cómo se hace
para alcanzar la supuesta ignorancia de los muertos
si los vivos rebuznan manotazos,
si no rozan siquiera
lo que en verdad importa.
Y vos,
descifrado, explicado, traducido,
sos esto y sos aquello,
y, además, sos el botín de guerra.
A ver quién se queda con el mejor pedazo.
A ver a quién le cerraste la puerta en las narices.
A ver a quién dejaste entrar en el cubil del lobo.
Amar. Odiar.
Por qué no nos vamos todos al carajo.
Ahora quiero preguntarte por qué no estoy llorando.
Por qué le grito a la chica de la tele
“¡Estás dormida, idiota, despertate!”,
y ella sigue corriendo para el lado
donde ni vos ni yo correríamos nunca.
Cuántas veces vimos esta película de mierda.
No sé por qué sigo insistiendo.
Si la pesadilla es ésta.
Datos del libro:
Hermano, por Raquel Fernández, 1a ed., Villa María, El mensú ediciones, 2011, 86 p.; 20x14 cm, (Ciudad y río; 11). ISBN 978-987-27570-4-5
EL MENSÚ EDICIONES
domingo, 1 de abril de 2012
RULETA RUSA
RULETA RUSA
A Patricia
“La que murió de su vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.”
Alejandra Pizarnik
Jamás iba a ser tan alta como vos,
ni a hacer alarde de tus ojos verdes.
Jamás iba a ser la favorita de papá,
ni a oler el mar todos los veranos.
Podía haberte odiado.
Pero yo te quería, Patri.
Con el amor sin doblez de los diez años.
Mi amiga, la linda.
Mi amiga, la que tenía todo.
Ahora estás muerta.
Hace siglos que estás muerta.
Un paso en falso y se te pudre la sangre.
Sembrás el cuerpo y cosechás miseria.
Zapatos blancos susurrando
la crueldad de tu agonía.
Guardapolvos blancos moviendo la cabeza
para decir que no.
Que nada.
Que nunca.
“La que murió de su vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.”
Alejandra Pizarnik
Jamás iba a ser tan alta como vos,
ni a hacer alarde de tus ojos verdes.
Jamás iba a ser la favorita de papá,
ni a oler el mar todos los veranos.
Podía haberte odiado.
Pero yo te quería, Patri.
Con el amor sin doblez de los diez años.
Mi amiga, la linda.
Mi amiga, la que tenía todo.
Ahora estás muerta.
Hace siglos que estás muerta.
Un paso en falso y se te pudre la sangre.
Sembrás el cuerpo y cosechás miseria.
Zapatos blancos susurrando
la crueldad de tu agonía.
Guardapolvos blancos moviendo la cabeza
para decir que no.
Que nada.
Que nunca.
Podía haber sido cualquiera.
Podía haber sido yo.
Pero fuiste vos.
El amor como foco infeccioso.
Al final, los ’80 no fueron tan perfectos.
Todas teníamos,
a ciegas,
una ruleta rusa entre las piernas.
Podía haber sido yo.
Pero fuiste vos.
El amor como foco infeccioso.
Al final, los ’80 no fueron tan perfectos.
Todas teníamos,
a ciegas,
una ruleta rusa entre las piernas.
Arte: "Blue skies", Lisa Alisa
3º Mención Poesía Concurso Letras Argentinas de hoy 2011, Editorial De los Cuatro Vientos, Ciudad
de Bs. As.(2011)
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