miércoles, 29 de febrero de 2012

JAMÁS PRONUNCIO TU NOMBRE


JAMÁS PRONUNCIO TU NOMBRE

  
I

Poseo mis ritos

pequeños, oscuros.

Me desnudo cada noche

como si fuera a amarte,

pero jamás pronuncio tu nombre.

Enciendo velas azules

y abro mi cuerpo de par en par

para que me inunde

el océano lejano

que ruge entre tus piernas.

Después,

me abrazo a la áspera textura de tus manos,

reniego de la arena reseca de mis orillas

y me duermo llorando.


II

Te espero,

siempre te espero,

nunca perdí la costumbre del hambre,

mi soledad tiene olor a hembra

modestamente arrodillada,

bañada en sangre y luna,

lamiendo, oliendo,

doblegada,

ante la fiera certeza del instinto.


III

Gota a gota

mis palabras llueven

su desgarro,

se inclinan

sobre una boca perdida.

Tu silencio rueda

sobre la blanca redondez de mis nalgas

y huye por mi sexo desvalido.

Sé que entre tus manos

extravié mi cuerpo.

Te hablo sin hablarte

y mis palabras

no te rozan nunca.


 IV

Mis piernas se encrespan,

remolinos de carne rabiosa,

lobos blancos que aúllan su desamparo.

En la desembocadura de mi urgencia

la dulzura de mis pechos

se aglutina

en un delta de súplica.


V

Mi cuerpo

cae

a tus pies

como una lluvia desencajada,

son mis humedades secretas

las que se vuelcan en tu puerto

trasvasando

la líquida ferocidad de los espejos.

He deshojado todos mis misterios

para ofrecerte una flor rota.


VI

Te espero,

siempre te espero,

nunca dejé de ser la mujer

que se escurría entre tus dedos.

El arisco olor de tu sudor

impregna mis fosas nasales

y me aventura

a un remedo de caricia.

No hay estrellas en mi celo nocturno.

Tan sólo una cruz,

quemando mis muslos

y tu absolución,

que nunca llega.


VII

Estallo

como un proyectil de alba incandescente

jadeando en el abrazo incompleto,

atrincherada detrás del llanto,

arrastrándome

en el descarnado laberinto de mis sábanas.

Otra batalla perdida

contra tu recuerdo,

otra claudicación infame

ante tu piel vedada.


VIII

Las palabras no pueden arropar

esta desnudez sonora

que tiembla en el vórtice de una íntima tormenta.

La tormenta que callo

pero agita

furiosamente

la blanda médula de mis huesos,

la tormenta que me arroja a tu sed

ya saciada

y me devuelve,

cada noche,

a una cama vacía.


IX

¿Y el amor?

El amor está herido de muerte,

pero no se muere.

Insiste en obturar mi garganta

con su viscosidad de molusco,

repta por mi espalda blanca

y se agiganta

en el deseo indiviso,

tenazmente animal,

de mis caderas alucinadas.


X

Jamás pronuncio tu nombre.

Lo aprisiono en mi boca

con barrotes de saliva,

lo acaricio con la devoradora seda

de mi lengua,

lo muerdo,

una y otra vez,

como al pan nuestro de cada día.

Pero jamás lo pronuncio,

ni siquiera,

cuando tu ausencia es un pájaro experto

que bate sus alas en mis entrañas

y mi grito intercede

entre el sol y la nada.






domingo, 26 de febrero de 2012

"TODOS LOS HOMBRES QUE ME AMARON"



"Todos los hombres que me amaron", Raquel Fernández

Ilustración y diseño de portada: Adriana Buján



1º  Premio 2º Certamen Internacional de Poesía Literarte, Ediciones Literarte, Vicente López, Bs. As. (2011)
 


domingo, 19 de febrero de 2012

AN AMERICAN GIRL



AN AMERICAN GIRL

A Edie Sedwick


Desde el riesgo

al sepulcro.

Sangra.


Los símbolos la arrastran:

lo blanco, lo plástico, lo limpio

(el silabeo tardío de los pájaros,

las piernas abiertas

como un interrogante).


Ella rasga su imagen,

sacude sus perlas,

tira a matar con ese cuerpo.

Largo.

Como las sombras.


Escucha murmurar a la hermana.

Quieta

en su quietud de insecto.

(y los médicos no tienen rostro).


Nadie para devorar su pan,

nadie para hacer suyo

ese fruto abandonado.


Desde el riesgo

al sepulcro.

Sangra.


Sangre de muñeca.


Inútil.





Edie Sedgwick fue una actriz y modelo de extraordinaria belleza que se destacó por pertenecer a una prestigiosa familia de la alta sociedad estadounidense y por ser una de las musas de Andy Warhol. Tuvo una vida tormentosa y murió de sobredosis en el año 1971 con tan solo 28 años.


Arte: "Eddie",  Jeremy Penn

Del poemario "La antigua enfermedad del otoño", Ediciones de la Iguana, 2011

1º Premio Poesía “1º Certamen de Poesía y Narrativa Breve Ediciones La Iguana”, Ediciones La Iguana, Témperley, Bs. As. (2011)

Mención de Honor Poesía II Concurso Internacional de Poesía y Narrativa Libro Digital “Uniendo fronteras 2011”, Instituto Cultural Latinoamericano, Junín, Bs. As. (2011)


domingo, 12 de febrero de 2012

LA INOCENCIA FINAL


LA INOCENCIA FINAL

“Me pruebo en el lenguaje en que compruebo el peso de mis muertos.” – Alejandra Pizarnik



Coincidimos

en los gajes de la infancia.

El territorio del padre estaba seco

pero el agua venía

con el llanto

de jornada completa.



Fue inexorable partir la muerte de un hachazo,

para que cada quien tuviera su memoria,

su ración, su carencia.



Coincidimos

en el rito del pan.

En el regazo del mantel servido.

Las palomas volaban hacia adentro,

alas imprescindibles

diciendo que podíamos.

Que la sed no era tanta.



La navaja de lluvia

que nos mojaba el ruedo,
no pudo humedecer la risa.

Jugamos en el bosque sin saber

que vos eras el lobo.

El lobo por decreto.

El que se lame solo.

Mal.

Solo.



Qué se yo qué había en tu garganta.

Qué sedienta ecuación.

Qué pañuelos con causa.

Que primavera que no gritaste nunca.

Qué se yo cómo tejo la memoria

con tantos cabos sueltos.



Coincidimos en todo,

en nada,

en lo que quiera

el perdón de tu espectro.



Pero hubo un final sin coincidencias.

Un capricho sin luces para escalar el viento.

Vos, en tu ghetto sin retorno.

Yo, entre las cuatro paredes del poema.



Qué fue la vida juntos.



Manotazos de huérfano.




Arte: "Danielle", Yolanda Pérez Villanueva
Del poemario "Hermano", El Mensú Ediciones, 2011
3º Premio Certamen Nacional de Poesía y Cuento Homenaje al poeta y escritor Álvaro Yunque, Centro Amigos de las Artes, Lanús, Bs. As. (2011)

Mención Especial Poesía 4º Certamen de Cuento Breve y Poesía "Veladas 2011", Biblioteca Popular y Centro Cultural Veladas de Estudio Después del Trabajo, Avellaneda, Bs. As. (2011)

 

domingo, 5 de febrero de 2012

BIPOLAR


BIPOLAR



Vine a trastornar las lenguas,

a desordenar los huesos.

No te quiero mirar a los ojos,

no quiero tus sábanas en mi ventana.

Nada es imposible en mi cabeza.

Nada es posible en mí.

Porque hoy me levanté

del lado incorrecto de la cama.



Agradable.

Confiable.

Razonable

Lo que te digo es  una trampa.



Vine a contarte que mejor me voy,

que mejor me quedo,

que estoy en el vacío,

que ninguna puerta se abre hacia vos.

Hacia mí.

Porque hoy me levanté

del lado incorrecto de la cama.



Entrañable

Responsable.

Respetable.

Lo que te digo es una trampa.



Me escapo de la luz.

Pero no soy capaz de llorar.

Me corto los párpados

para que mi mirada sea eterna.

Aunque no hay nada que mirar.

Porque hoy me levanté

del lado equivocado de la cama.





Arte: "Memories", Dilka Bear

Del poemario "La antigua enfermedad del otoño", Ediciones de la Iguana, 2011

Mención de Honor Poesía II Concurso Internacional de Poesía y Narrativa Libro Digital “Uniendo fronteras 2011”, Instituto Cultural Latinoamericano, Junín, Bs. As. (2011)
 
Finalista Poesía 12º Concurso Literario Internacional "Escritura compartida"‏, Centro Escritores/as Nacionales -  Cen Ediciones, Córdoba (2011)