CUCHILLO
EXACTO
Hasta ahora viví como pude.
Hasta ahora.
Con una trinchera en la garganta.
Con la memoria golpeada de cañones
y el sexo impracticable.
Un triángulo de agua.
A veces crucé palabras,
miradas,
y fue la última vez.
Y no sabía.
Alguien
se tragó mis perdices,
-y colorín, colorado,
supuró el llanto-.
Alguien zanjó
los puñales de arena,
esquiló el desorden pausado del cuerpo.
Se acomodó en mi silla
y cumplió mis heridas.
Un año más.
Otra llaga.
Y el círculo forzoso
en diciembre:
la mesa que se achica
y la misma estúpida sonrisa.
Ahora
levanto una copa
y sangro para adentro.
No quiero otro diciembre.
Sálvese quien muera.
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