domingo, 30 de marzo de 2025

LA IGNORANCIA DEL VERDE


 LA IGNORANCIA DEL VERDE




A tu abrazo inconcluso

interpongo

un muestrario acabado de hojas

para malgastar,

preferentemente,

antes del otoño.

Cuando tu boca iniciala la tormenta

me sacudo

como un cerezo en celo

y el trueque de los cuerpos se perfuma

con un hilo gozoso de dulzura.

En tu cama pernocta mi desorden

-a veces puedo tocar

el amor que dejé en tu almohada,

desovillo

la tentación de la carne

y un espasmo de savia irremediable

despedaza tu cuerpo-.



Mis hojas, tus ojos,

son rutas abiertas en el musgo,

son un largo viaje hacia la lluvia.



La ignorancia del verde,

de este lado del sueño,

se parece demasiado a la tristeza.







Del poemario "Todos los hombres que me amaron" (2012)

viernes, 28 de marzo de 2025

DAMAGE

   

DAMAGE  


Aquí estoy. 

Repudiando tu aullido de lobo. 

Anhelando tu aullido de lobo.   



Con un dedo reverente 

dibujé mil veces 

la ferocidad de tu sexo de macho. 

Yo era la vagina perfecta,  

hábil con mi cuerpo de gacela 

disuelto en el centro del fuego.   

Con el primer movimiento del llanto 

se quebraron mis huesitos tristes 

(hubo un concierto para piano y miseria 

y ningún director de orquesta 

me enseño que el dolor no cabe en un pañuelo).   

  

¡Ah, mi pequeño asesino! 

¡Qué poco te costó matarme 

con un disparo de semen ausente! 




  Aquí estoy. 

Una hembra en desuso. 

Y un factor constante: 

la herida.





Arte: "Damage", Mario Samchez Nevado

 Del poemario "Todos los hombres que me amaron" (2012)

lunes, 24 de marzo de 2025

CAER


CAER


Caer.

Caer.

Caer centralmente en tu orilla.

Caer medularmente en  tu espuma.

Sin plantar razones

en las plantas de estos pies

que no quieren llevar puesto

el peso de tu historia.

Sólo caer.

Licuar en el riesgo de tu boca

travesías y sudores,

sin desplegar catástrofes,

afilando

la punta del verbo que promete.

Amar. Amansar. Amarrar.



Caer.

Caer.

Caer cardinalmente en tu sueño.

Caer básicamente en el mapa de tu noche.

Sin amenazar a la maldita TV

que sigue monologando

a las tres de la mañana.

Sin graznar,

con vidrios rotos,

la mortalidad de las fotografías.

Sólo caer.

Afinado respuestas

en este orden de preguntas desclasadas.

¿Por qué yo sola,

mendigando

en las piernas del verano?

¿Por qué no

tus peces

dentro de mí?







Arte: "Falling", Chris Dellorco

Del poemario  "Todos los hombres que me amaron" (2012)

sábado, 22 de marzo de 2025

UN LUGAR AZUL PARA QUEDARSE


 
UN LUGAR AZUL PARA QUEDARSE 

“un viento débil  lleno de rostros doblados  que recorto en forma de objetos que amar”  Alejandra Pizarnik    



Yo tengo voluntad de río.

Él es un lago.  

Tobillos fríos enredados en mis sábanas.  

Y esa mano en mi espalda.  

“Estás,  

aunque sigas dormida.  

Estás,  

recogiendo las migajas del sueño.   

Pisadas leves como huesos de pájaro.  

No me voy, no te vayas.”   



Hace veinte años que espero

que me pida perdón.

Por lo que hizo,  

por lo que no hizo.

Jamás leyó uno de mis poemas.  

Lo aburren los cuentos que yo cuento.

Pero se introduce

entre mi piel y la piel de otra.

La otra que soy yo cuando me alejo.

Ser doble no es mortal.

A veces.    



La sangre es un bonito maquillaje para cualquier herida.

Un cosmético que venden las mujeres

de puerta en puerta.

Las lágrimas son, apenas,

un triste aperitivo.

Se sangra más de lo que se llora.

Pero hay tobillos

y una mano en mi espalda.

Los árboles del bosque levantan su cabeza  

después de la tormenta.

No hablo de inmortalidad:

hablo de un lago.

Un lugar azul para quedarse.  



Todos los anillos están rotos.

Pero este agujero donde deshilvano

las fisuras del aire,

este agujero que se salió de cauce,

este agujero es su casa.






Arte: "The Kiss Blue Lovers", Marc Chagall

Del poemario "Todos los hombres que me amaron", Ediciones Literarte, 2012

jueves, 20 de marzo de 2025

LA GATA, EL TEJADO, CALIENTE


 LA GATA, EL TEJADO, CALIENTE


“Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.” – Alejandra Pizarnik



Me arrastraba

hacia cualquier lugar.

A donde él quería.

Me obligaba a saltar de techo en techo

con furtiva elegancia.

Envuelta en gasas, a veces.

Casi siempre desnuda.



Tantos años dormida

y este tipo vino a despertarme.

¿Cómo no confundirlo con un príncipe,

con un fotograma

de “Los puentes de Madison”?

La solución final:

otro vaso de vino

y le cierro la puerta en las narices

a los asados del domingo,

al tedio de los lunes.



Me arrastraba

hacia cualquier lugar.

Masticaba una porción de noche

que no le concernía.

Entonces yo estaba loca

como el gallo de la veleta.

Daba vueltas y abrazaba al viento.

Daba más vueltas y me creía el mundo.

La gata sobre el tejado de zinc caliente.

El tejado de zinc sobre la gata caliente.

La gata, el tejado, caliente.

Los resortes del deseo son confusos.

Cuando recuerdo.



Tantos años dormida

y este tipo vino a despertarme.

Lo que me dijo

no lo repito nunca.

Lo que me hizo se ve

en el temblor indiscreto de la mano

que enciende un cigarrillo.



Me arrastraba

hacia cualquier lugar.

Y yo, que me digo poeta,

no me morí de amor cuando se fue.



Qué vergüenza.





Arte: Linda Cheng

Del poemario "Todos los hombres que me amaron" (2012)

martes, 18 de marzo de 2025

MIS ANTIGUOS AMANTES


MIS ANTIGUOS AMANTES



Todos ellos se probaron

mi desnudez apenas hilvanada.

Lamieron las costuras de mis besos,

agotaron los hilos de luz

que tramaban mi asombro.

Y yo no dejaba de mirarlos.



Después, se fueron.

Sin aprenderme.

Sin imaginarme siquiera.



No siento dolor al recordar

a mis antiguos amantes.

Apenas un dejo de nostalgia enferma,

una conciencia idiota del transcurso del tiempo.



Una molestia  en mis partes íntimas.






Arte: "The Lovers II", Rene Magritte

Del poemario "Todos los hombres que me amaron" (2012)

domingo, 16 de marzo de 2025

ASÍ SON LAS COSAS

 

ASÍ SON LAS COSAS 


“La mano de la enamorada del viento  acaricia la cara del ausente.”  Alejandra Pizarnik   
 


Así son las cosas.  

Él se va, pero siempre vuelve.  

Como el mar con la luna entre los dientes.  

Como este viento inmenso  

que desmiente al verano.  

Entonces la memoria nace  

entre mis dedos de agua.  

Deshago pañuelos de llovizna.  

Here comes the sun.  

Sería un pecado darle la espalda.  

Sería consentir otro naufragio  

(otra falta de amor entre mis piernas).  

¿Quién cumpliría entonces  

con la esperanza ciega  

de las arañas que tejen los rincones?    



“Los muertos no están muertos.  

Los muertos caminan el amanecer.  

Hay un instante de luz que los toca  

y los hace visibles,  

palpables.  

No duermas hasta tarde.  

Ellos esperan los gestos.  

Las antiguas palabras.”   
 


Así son las cosas.  

Él se va, pero siempre vuelve.  

Danza su instante de luz.  

Caballero con el pelo hasta los hombros.  

Caballero con la sangre detenida  

apaciguando bestias.   
 
Casi nunca lo veo.  

Duermo hasta tarde.  

La mañana es un misterio demasiado grande  

para una mujer que pide límites.  

Pero él sabe que lo sé,  

que lo adivino,  

y me deja un “nosotros”,  

un muro tembloroso,  

un agujero doblado,  

entre el sueño y mi almohada. 








Arte: "Vapour", Stacey Ann Borg

Del poemario "Todos los hombres que me amaron" (2012)