domingo, 1 de noviembre de 2015

COMENTARIO SOBRE "INTERRUMPIDAS" POR RAFAELA PINTO


"INTERRUMPIDAS"
de Raquel Graciela Fernández

Muchas veces  he leído libros de poesía profundamente conmovedores de punta a punta, pero siempre algún poema en particular se me ha metido en el corazón  y de tanto en tanto, cuando la vida así lo pide, vuelve a mi memoria y  lo repito como quien repite un mantra. Con INTERRUMPIDAS me sucedió  que el poemario entero se me vino encima como un alud de emociones duras, cortantes, desestabilizadoras. Y ello porque sin duda es una obra literaria de altísimo nivel que muestra a su  autora -Raquel Graciela Fernández- en un punto de madurez poética que la coloca entre las más destacadas de este tiempo en nuestro país. Y porque también es un sentido tributo a las treinta mujeres víctimas de femicidio a cada una de las cuales dedica un poema, mujeres de diferentes edades asesinadas en diferentes circunstancias en hechos que en algunos casos han sido esclarecidos y sus ejecutores juzgados y condenados, y en otros sin que se haya podido determinar siquiera la identidad del o de los culpables. Asimismo es una ofrenda a los familiares de las víctimas, porque Raquel las ha puesto en versos y en esos versos ellas viven y se constituyen en voces que las eternizan, que las vuelven vigentes para ser retratos poéticos que también gritan, como lo hemos venido haciendo todas en las plazas, en las salas de guardia de los hospitales, en las calles, en las comisarías, en las iglesias de nuestro país... NI UNA MENOS. Pero INTERRUMPIDAS es mucho más que todo eso: es un libro que late, late en la palabra como un corazón vivo multiplicado en esas treinta mujeres y en todas las que día a día se suman a las víctimas. Y ese corazón nos interpela duramente, nos reclama algo más que el llanto, algo más que la pena inconmovible, que el recuerdo, que las flores, que los seminarios, que las conferencias, incluso algo más que un sistema judicial firme que condene sin miramientos ni falsos atenuantes a los culpables. Nos pide un cambio concreto que abra camino a una correcta valoración de la mujer en el ámbito familiar, laboral y social. ünica forma de que en verdad se pueda acabar con la violencia de género. Nos exige educar y educarnos, si es preciso reeducarnos porque en la modificación de las pautas culturales que hacen al vínculo entre el hombre y la mujer está la única vía posible para que en verdad no haya más INTERRUMPIDAS.. Y a ello nos invita este libro de poemas. Una invitación que no se puede ni se debe desoír.


Rafaela Pinto


RAFAELA PINTO

Nació en Buenos Aires, Argentina,ciudad donde vive y ejerce su profesión de abogada en asuntos de derecho civil. Especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial, se ha desempeñado durante varios años como colaboradora académica ad-honorem en el Instituto Nacional de Derecho Aeronáutico y Espacial de la Fuerza Aérea Argentina, dedicándose  en particular a la investigación en materia de jurisprudencia de esa rama del Derecho. Es, asimismo, profesora de literatura y lenguas italianas, graduada en la Dante Alighieri de Buenos Aires.
Ha publicado tres libros de poemas:"Feroz Eucaristía" (Ediciones Botella al Mar, 2008), finalista en el IV Concurso Nacional de Poesía Macedonio Fernández (2007) y "Faja de Honor 2009" de la SADE Seccional Tafí Viejo y de la Societá Dante Alighieri de Tafí Viejo, Tucumán, "A Medias Medianoche", 1º Premio Poesía en el IX Certamen Internacional JUNINPAIS (2010) y al que se le ha conferido la "Faja de Honor 2015" de la ocietá Dante Alighieri de Tafí Viejo, Tucumán, y "Nocturnal", que obtuvo el Premio Publicación otorgado por dicha entidad literaria.
En el año 2011 ha publicado su primera novela, "Monseñor", como volumen II de la Colección Biblioteca Digital Siglo XXI (a través de Ediciones Bubok).

Arte: "Crucified Woman", Almuth Lütkenhaus (Emmanuel College,Toronto, Ontario Canadá)

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