miércoles, 7 de enero de 2015

LOLA


LOLA

“Mañana
me vestirán con cenizas al alba,
me llenarán la boca de flores.”
Alejandra Pizarnik



No, no me vas a convencer.

Las mujeres no nacemos

para ganarnos,

a los quince años,

un par de alitas de papel de arroz.

Para vaciarnos de cardúmenes rojos

y repletarnos

de velones y rosarios de plástico.

Para obtener el status de estampita

y quedarnos inmóviles.

Para siempre.

Para siempre.



A los quince años los ojos fracturados como un paraguas herido de viento, no.

La mordedura letal de la arena y el sol como verdugo, no.

El miedo tejiendo nubes de vidrio que se rompen al respirarlas, no.

(El verano es un caballo azul que sangra

porque mi cuerpo

es una llaga abierta en su lomo absoluto).



Un angelito más en el cielo.

Y en la tierra, ¿qué?

En la tierra algo que se quiebra,

(una mujer que no será

o un pájaro),

el lobo omnipresente

y el horror de saber que el bosque crece,

sin paréntesis,

como un tumor de sombra.




Lola Chomnalez fue hallada muerta en el balneario Barra de Valizas de Uruguay el martes 30 de diciembre de 2014 tras estar dos días desaparecida. Había salido a dar una caminata por la playa a primeras horas de la tarde. Por su asesinato no hay ningún detenido. Lola tenía 15 años. 



Del poemario "Interrumpidas" Edición ampliada, Acercándonos Ediciones (2015)


6 comentarios:

  1. El mundo no soporta tanta ausencia de luz.Cuesta entender cuánto hay que deformarse para disfrutar de la muerte.
    Gracias, Raquel por tu sensibilidad.
    MARITA RAGOZZA

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  2. ¿Para cuando el rayo parará la mano que mece las lunas de nuestras hijas? ¿Por qué tanta desidia e impunidad, porque son niñas-mujeres? Que serán de nuestros otoños sin tantas primaveras cortadas de raíz...?

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  3. No es fácil hablar del horror sin desmadrarse para un lado o para el otro. Vos sabés hacerlo. Muy buen poema.Pero algo más: se me ocurre que es de los poemas necesarios en este tiempo. ABrazo.

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    1. Gracias, Rafaela. Fue un trabajo duro el que hice. Pero lleno de amor. Casos que fueron emblemáticos. O que no lo fueron, pero me golpearon especialmente. Apenas son un puñado. Lamentablemente, cada día hay más y más mujeres víctimas de la violencia. Podría seguir escribiendo eternamente. Pero es imposible. Es imposible nombrarlas a todas. Por eso el último poema del libro está dedicado, justamente, a todas. Es un libro que hubiera preferido no escribir, como "Hermano". Surgió con tres versos de un poema dedicado a Ángeles:"Ella no se tatuó una golondrina en el pubis./ No tuvo un trabajo rutinario./No leyó a Chejov." Ahí empezó "Interrumpidas". No encontré una palabra mejor para describir lo que hicieron con estas niñas y mujeres.

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