domingo, 30 de enero de 2011

LA VOZ SE VA


LA VOZ SE VA



“No quiero olvidarme de su voz”,

dijo mamá.

Y yo pensé:

“La voz es lo primero que se olvida.”

Es como si el nudo de silencio

que amordaza a los muertos

empezara a gestarse en la memoria.



Tenemos bocas,

tenemos manos,

tenemos piernas.

Tenemos fotos que mienten

un pasado que nunca fue perfecto.

Pero la voz se va.

Hace su nido

en los tímpanos yermos de los ángeles.

Se gasta con el barro y los insectos.



La voz se va.

Salta al vacío.

Su cadáver es una mancha aborrecida

profanando

el cuerpo inmaculado del recuerdo.

Lo que queremos quedarnos porque es nuestro.

Fue nuestro.



Entonces doblamos los ojos

y tratamos de pensar en otra cosa.

En bocas,

en manos,

en piernas.



En otra cosa.



Arte: "Breezy", Adrienne Trafford

Del poemario "Hermano", El Mensú Ediciones, 2011

3º Premio Poesía “7º  Concurso Nacional de Poesía y Cuento del Taller Literario Club Atlético Kimberley”, Mar del Plata, Bs. As. (2011)

Finalista Poesía 12º Concurso Literario Internacional "Escritura compartida"‏, Centro Escritores/as Nacionales -  Cen Ediciones, Córdoba (2011)


jueves, 27 de enero de 2011

VACACIONES


VACACIONES



Maleta de piel de pájaro no.

Yo no soy Alejandra.

Ni siquiera maleta:

valija.

Valija polvorienta,

pedestre,

desquiciada.



En invierno

la archivo debajo de mi cama.

Cohabita con pelusas,

cabellos  desahuciados

y algunos papeles sanguinarios

como las gaviotas de Hitchcock.

En verano

la lleno de preguntas

o de premoniciones.



Meter en una valija

mi humanidad cansada

es una empresa ardua.

Sin embargo, lo intento.

Las piernas se resisten

a dejar el reducto imposible  de tu cuerpo.

Los ojos se me escapan.

Sin piernas y sin ojos

(sin corazón, a veces)

corrijo la ruta del deseo,

suspendo el extravío

de las apariciones.

Acomodo tu espectro,

sin violencia,

en un ataúd de arena.



Y espero

que se cumpla el temor

y otro extraño golpee mi puerta.

  

miércoles, 26 de enero de 2011

FUNERAL


FUNERAL 



Fue

cuando el relámpago de lo imposible

me tocó los ojos

y tu cuerpo se agitó

como un largo mantel tendido a la deriva.


Abierto,

para que los pájaros comieran

de tu último latido.

Abierto,

para que el viento de la infancia se oxidara

en sus entretelones. 




Fue

cuando ciertas flores

anticiparon

la primavera en la que venía la muerte.

Entonces miré mis manos


y vi que eran las tuyas.


Tierra en las uñas demasiado crecidas.

Y la certeza

de haber vivido en peligro.





  

Arte: "Funeral Painting (Pallbearers)", Charles Paige
  
Del poemario "Hermano", El Mensú Ediciones, 2011
  

martes, 25 de enero de 2011

ELLA SIGUE


ELLA SIGUE 

A Frida Kahlo 



Se suceden 

una calavera de azúcar que dice muerte, 

(revalida pesadillas),

un nombre que no cabe en un vestido de niña, 

una niña desnuda que no deja de llover 

(y alguien que cree 

haberla encadenado). 



Se suceden 

un hombre encastrado en la idea 

(naturaleza viva: 

lengua,  saliva,  vello, sudor, 

el sitio inmenso de su pelo, 

el riesgo de la boca), 

una botella que estuvo 

flotando en su océano de piernas  locas 

(rotas) 

y la manía de invertir el hambre 

 en hoces y martillos. 



Se suceden 

el champagne en París,

el tequila en México, 

los gringos en Nueva York 

(la piel de una hembra asándose en su fuego; 

a nadie se le ocurre preguntar por el sexo de las mariposas, 

a nadie se le ocurre preguntar por qué 

hay pájaros enredados en su cuello). 



No se puede esquivar la eternidad. 



No hay treguas que mitiguen 

la humedad de ese cuerpo. 

Y ella sigue plantando 

(pintando) 

razones para sobrevivir.





domingo, 23 de enero de 2011

THE LAST SONG


THE LAST SONG


“I never thought you'd come
I guess I misjudged love
Between a father and his son”
Elton John, “The last song”



No sabía que iba a venir.

Pero vine.

Golpeé tu llanto tantas veces

para que abrieras la puerta.

Golpeé los dientes que desgarran

todos los catecismos,

la lengua que maldice,

la piel que sangra leche tibia

(hubo un niño una vez,

hubo un sujeto en ese objeto incomprensible

que es el cuerpo muerto).



No sabía que iba a venir.

Pero vine.

Te tomé entre mis brazos.

Sombra.

Pájaro deshecho.

Mujer rota en cuatro letras

(la m, la a,

la m, la a).

Mujer con tantas arrugas nuevas.

Vine y no me importó ser

un detalle al costado de la ausencia.

Vine y no me importó

que me clavaras tus puñales solos.



Yo comprendo,  mamá.

Yo también  soy feroz cuando me duele.




Arte: “L'enfant silence", Benjamin Lacombe

Del poemario "Hermano", El Mensú Ediciones, 2011

Poema publicado en el blog "Al borde de lapalabra"


jueves, 20 de enero de 2011

CADENAS


CADENAS



 El esqueleto del día

 se repliega

 en esta sombra sin bordes.

 La noche proscribe transparencias

 y recose las bocas

 de los animales cantores.



 Yo no duermo.

 Hay ojos que vienen

 desde lejos.

 Se cortan

 como el pan y la leche.

 Se arrastran

 como un jergón de agua.

 Evoco trenes

 que no fueron mi viaje.

 Estaciones

 donde no me esperaron.

 Pude elegir

 y elegí quedarme.



 Las cadenas de flores son inflexibles.

 Pero mi sed

 todavía está viva.





martes, 18 de enero de 2011

DE RODILLAS


DE RODILLAS 



De rodillas. 

Siempre de rodillas. 

La meretriz que reza su rosario 

de saliva artesana 

a un dios profano que paga en efectivo 

cocaína y miseria. 

La puta madre del dolor, 

de los portales manchados de semen, 

de las perras en celo. 



La religiosa que pervierte su ayuno 

con improbables posturas amatorias 

que escaldan su prudencia, 

le demonizan la sangre y la asfixian. 

La puta madre de los días en blanco, 

de las tormentas que pesan más que el cielo, 

de los paraguas rotos. 



La mujercita que enloquece en un rincón 

de su cubil doméstico, 

con un nombre tatuado entre los muslos 

y la usura del pan rondando su cintura. 

La puta madre de la rutina, 

de los pecados veniales y banales, 

de las lunas idiotas. 



Yo, consumando a rajatabla 

la penitencia que me impuso tu mutismo 

(arrodillate nena; buscá unos lentes de contacto que no existen, 

fregá los pisos a lo Cenicienta, 

pedile perdón a la primera persona del plural 

por cortarte siempre sola). 

La puta madre del infierno, 

de las palabras mutiladas por los gestos, 

de la pared que tiembla. 

La puta hija de un poema bastardo 

y de una mueca tísica del viento.



Arte: Tom Bagshaw



domingo, 16 de enero de 2011

ANTES


ANTES

“Es preciso que continúe mi camino, que marche, que marche.” -  Pär Lagerkvist



Hilar la arena,

dejar la boca endeble

en el horizonte,

saber un pájaro.

Empezar a armar la vida,

así,  tan fácil.



Antes,

ningún viaje era de regreso.

Y no llegaba

el primer soborno

(había cierto orden

en las flores azules,

en las rodillas nítidas,

en la luz multiplicada).



Antes,

no sabía

cuál era tu cauce.

Cuándo se detenía

lo que empezábamos a armar.

La vida.
                                                                         


Antes,

no sabía

que los corazones se parten.

Que el cuerpo aprende a morirse.



 Las puertas se abrían

para ir a jugar

(había cierto orden

en la mentira del verano).



Y nadie se quedaba  solo.

Con las sombras.


  

Arte: "The girl in the castle inside the museum", Nicoletta Ceccoli

Del poemario "Hermano", El Mensú Ediciones, 2011

1º  Premio 2º Certamen Internacional de Poesía Literarte, Ediciones Literarte, Vicente López, Bs. As. (2011)
 
1º Premio I Certamen Literario  Nacional e Internacional  “Salta Nuestra Cultura” 2011, Salta (2011)

1º Premio Poesía Certamen Provincial de Cuento Breve y Poesía “20º Muestra de Libros en Olavarría”, Subsecretaría de Cultura, Educación y Turismo de la Municipalidad de Olavarría, Comisión Libros en Olavarría y la Universidad Nacional del Centro (UNICEN), Olavarría, Bs. As. (2011)

3º Mención Poesía  9º  Concurso Literario de poesía, cuentos breves y narrativa, “Fernando Carozzo”, Rotary Club de Villa del Parque, Villa del Parque, Ciudad de Bs. As. (2011)

Poema publicado en el blog "Mis poetas contemporáneos 2"


viernes, 14 de enero de 2011

MAR ADENTRO


MAR ADENTRO 

“Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto...”
Ramón Sampedro, “Mar adentro”



Sucede que mi cuerpo 

sucede 

tan lejos de mi cuerpo. 



Sucede  en el sudor 

que rueda entre los dedos del verano 

(en la garganta viva de un pájaro de arena). 

Sucede en el poema 

(cuando el poema es 

un animal que sueña, 

un animal que sube y baja 

respirando 

un aire de palabras). 

Sucede en la memoria sin cerrojos 

(memoria iluminada, 

un peldaño de mar, 

un pie trazando el giro de la espuma). 



Sucede que mi cuerpo 

sucede 

tan lejos de mi cuerpo. 

Las velas están rotas. 

Sólo quiero 

abrazarme a la alegría del naufragio. 



Por qué arañar la orilla. 

Si ya aprendí a morirme tanto.




Arte: "How sweet the moonlight",  Christian Schloe



miércoles, 12 de enero de 2011

EL GRITO DEL INVIERNO


EL GRITO DEL INVIERNO



Los relojes deshacen

el murmullo del vientre.

Gatillan su propósito de páramo.



La porción nacida se salva.

Lo que resta se fuga.

Se extinguen

el caos de las arterias,

los pétalos violentos.



Hilos de sangre claudican

a la hora exacta.

Boquean como un pez a la intemperie.



Desnuda e inmóvil,

en lo más hondo

de los ojos de un gato,

ella desconoce su cuerpo.

El verdugo hace un nudo

en el silencio de sus pestañas.



Algo se acaba.

No lo echa ni de más,

ni de menos.

Todo viene y se va.

La vida.



El invierno llegó

para matar a los niños.




Arte: "Bones and Poetry: Set Me Free", Simona Candini


domingo, 2 de enero de 2011

BLANCANIEVES Y EL PECADO ORIGINAL


BLANCANIEVES Y EL PECADO ORIGINAL



A mí,

como a todas las mujeres,

me delató un espejo.



Yo era la desordenadora:

la que soltaba pájaros en el bosque

cuando la extensión palpable del aullido

me mordía los talones,

la que lavaba su piel hecha de ritos

con la saliva espesa de la luna.



Creéme cuando te digo

que debajo de mi vestido de mi princesa

llevaba medias negras

y esperaba que la vida  resbalara

por mis brazos desnudos,

hasta mojarme la sombra.



La Reina me encontró

moliendo trigo

en las cavidades del verano.

Me encontró detrás de la rosa

que había madrugado

en la antesala roja de mis sueños.




Hubo una pulpa erótica,

temible,

que refundó el veneno en mi garganta.

Y después, el silencio.



Créeme cuando te digo

que es urgente

que la sílabas del beso pespunteen

un poema en mi boca.



A mí,

como a todas las mujeres,

me mató una manzana.




Arte: "Snow White", Ksenia Sazanovich

Del poemario “La antigua enfermedad del otoño”, Ediciones de la Iguana, 2011