domingo, 18 de julio de 2010

MALA PRAXIS


MALA PRAXIS
 
 
 
Ciertas veces me sugieren
 
o me gritan
 
que mis palabras cortan
 
como si fueran siniestros escalpelos.
 
Mi cuerpo
 
-lo confieso-
 
también corta y desgarra,
 
pero los hombres lo ignoran
 
hasta que suben a él
 
y se degüellan
 
con el filo vertical de mis rodillas.
 
 
 
Cuando se van de mí,
 
algunos piensan
 
que salieron ilesos
 
del quirófano de mis ensoñaciones.
 
No es verdad:
 
corté sus corazones en trocitos
 
y sangran de manera tan profusa
 
que sus prendas íntimas son siempre
 
horriblemente rojas
 
y rojas son las camas donde blanden
 
sus sueños cada noche,
 
y no aman a otras:
 
me desaman.
 
 
 
Unos vuelven, a veces,
 
a reclamar por tanto corte avieso.
 
 
 
Pero jamás les abro la puerta,
 
porque estoy ocupada
 
limpiándome la sangre de las manos
 
con un trapo que no perdona vidas
 
y llorando a los gritos
 
con los zombies
 
de otra película atroz de George Romero. 
 
 
 
Por favor, no me molesten.
 
 


Arte:  Sas Christian

Poema publicado en el "Diario de los Poetas" Nº  35 presentado en el Bar Urbano del barrio de Monserrat, CABA, Agosto 2008


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