jueves, 17 de abril de 2008

CONCLUSIÓN


CONCLUSIÓN
 
  “Cantabas el sonido de la luna, me besabas locamente.
(Creo que te inventé en mi mente).”
Sylvia Plath, “Canción de amor de la joven loca”
 
 
 
Siempre fui más vieja de lo que quise.
 
Siempre fui menos loca que tus bramidos.
 
No puedo desclavar tus ojos de mi carne.
 
Mis pezones se astillan con el golpe
 
de tu boca de niebla.
 
Mis jugos aún llueven
 
en la palma remota de tu mano.
 
No sé si te inventé en mi mente
 
o me inventé para que me amaras.
 
Es tan difícil escribir el dolor
 
cuando me quiebro las uñas
 
desgarrando paredes muertas.
 
Cierro los ojos y soy yo quien se extingue.
 
Los abro y ahí está mi cadáver,
 
mi última ofrenda al adulterio.
 
 
 
Maldita seas princesa adicta al abismo.
 
Malditos sean los pactos intramuros.
 
 
 
Si por lo menos pudiera

arrancarme de cuajo la memoria,

desclavarme tus ojos,

impugnar la díada perfecta

de mi sed y tu urgencia.

Volver a ser mamá, esposa,

maestrita insípida recortando

cartulinas de colores,

aletargarme en mi isla doméstica,

sin Prozac,

sin recuerdos,

sin lágrimas.



Arte:  Natalie Shau 



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